Conseguir un descuento a la hora de comprar algo no siempre es cuestión de suerte; muchas veces es cuestión de actitud, de saber leer la situación y de tener algo de viveza. Lo primero es entender que casi todo es negociable, aunque no lo parezca. Da igual si estás en una tienda física, comprando online o hablando con alguien por mensaje: si sabes cómo moverte, hay margen para rebajar el precio.
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